La complejidad del diagnóstico
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2016Publicado en:
Cuadernos de pedagogía. 2016, n. 463, enero ; p. 72-76Resumen:
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un trastorno neurobiológico incluido en las principales clasificaciones de los trastornos mentales en uso en el ámbito psiquiátrico y psicológico. La gran dificultad con la que se encuentra el médico psiquiatra para su diagnóstico es que no existen pruebas definitivas para determinar la presencia o ausencia del trastorno, por lo que la validez del diagnóstico necesita recopilar evidencias de un amplio rango de fuentes. La controversia que existe sobre el trastorno tiene su explicación inicial en la dificultad y complejidad del concepto de trastorno mental. En el manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales de la American Psychiatric Asociación se enfatizan las dificultades a la hora de trazar una línea precisa que divida la normalidad y la psicopatología el concepto de trastorno mental, como muchos otros conceptos en medicina y en ciencia, carece de una definición operativa que cubra todas las situaciones. Los trastornos mentales han sido definidos mediante varios conceptos como, malestar, descontrol, desventaja, discapacidad, inflexibilidad o irracionalidad. Cada uno es un indicador útil de trastorno mental pero ninguno es equivalente a todo el concepto y situaciones diferentes reclaman definiciones diferentes. En consonancia con otros trastornos mentales, la distinción entre la condición clínica y la variación normal en la población general es difícil de definir con base solamente al número de síntomas. Esto se debe a que hay continuidad entre el nivel del síntoma de TDAH entre los que tienen un trastorno mental que produce impacto y aquellos a quienes no les produce impacto.
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un trastorno neurobiológico incluido en las principales clasificaciones de los trastornos mentales en uso en el ámbito psiquiátrico y psicológico. La gran dificultad con la que se encuentra el médico psiquiatra para su diagnóstico es que no existen pruebas definitivas para determinar la presencia o ausencia del trastorno, por lo que la validez del diagnóstico necesita recopilar evidencias de un amplio rango de fuentes. La controversia que existe sobre el trastorno tiene su explicación inicial en la dificultad y complejidad del concepto de trastorno mental. En el manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales de la American Psychiatric Asociación se enfatizan las dificultades a la hora de trazar una línea precisa que divida la normalidad y la psicopatología el concepto de trastorno mental, como muchos otros conceptos en medicina y en ciencia, carece de una definición operativa que cubra todas las situaciones. Los trastornos mentales han sido definidos mediante varios conceptos como, malestar, descontrol, desventaja, discapacidad, inflexibilidad o irracionalidad. Cada uno es un indicador útil de trastorno mental pero ninguno es equivalente a todo el concepto y situaciones diferentes reclaman definiciones diferentes. En consonancia con otros trastornos mentales, la distinción entre la condición clínica y la variación normal en la población general es difícil de definir con base solamente al número de síntomas. Esto se debe a que hay continuidad entre el nivel del síntoma de TDAH entre los que tienen un trastorno mental que produce impacto y aquellos a quienes no les produce impacto.
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